Agradecí llegar por fin a casa. Deseaba quitarme de una vez esa absurda americana granate, parecía Messi en el Balón de Oro de 2014. Dejé la mochila sobre el sofá del salón y fui a pillar algo de comer a la cocina.
–¿Desea que le prepare algo?
La manzana que había cogido resbaló de mi mano y yo casi me choco contra la nevera del susto. ¿Quién era esa mujer que me observaba desde el otro lado de la cocina? Por suerte, mi tía Lina llegó a tiempo para explicármelo.
–Ah, Diego. Te presento a Tatiana, la doncella de la casa.
–¿Doncella?
–Sí, cielo. ¡Y también cocina! Es una maravilla de mujer.
–¿Y por qué es la primera vez que la veo?
–No quería agobiarte con tanta novedad en tu primera semana, se la di libre. ¿Quieres algo de comer?
–No, gracias. Ya lo he cogido yo.
Fui a recoger la manzana del suelo, pero Tatiana lo hizo antes y la tiró a la basura.
–¿Pero qué hace? –grité sorprendido–. ¡Ni la había mordido!
–Estaba en el suelo, Diego. Ten un poco más de clase, ¿quieres?
Intenté evitar poner mala cara y me fui a mi habitación. Nada más tumbarme en la cama para descansar, mi tía llamó a la puerta.
–¿Cómo fue tu primer día?
–Intenso. Sospechaba que los alumnos llegasen a ser algo hipócritas, pero no me esperaba que superasen mis expectativas.
–Ya, bueno –mi tía soltó una risa tonta–. Así funcionan las cosas aquí, no es sólo un juego de niños…
Eso me intrigó, quise preguntarle más, saber a qué se refería con todo eso, pero un mensaje hizo vibrar mi móvil y mi tía consideró que debía leerlo, así que me sugirió charlar más adelante. Alcancé el móvil y vi el mensaje. Era de Pablo, pero eso ya lo suponía. Mis amigos de Vallecas no me hablaban desde… ¿que me fui?
HEY, NOVATO. PIZZA EMPORIO A LAS 7
Confirmé la invitación. A lo mejor si iba, haría más amigos y conseguiría el respeto que tanto buscan los de allí. Claramente no me esperaba que fuera tan fácil. Aunque en realidad, lo que más me apetecía era encontrarme con el Señorito Alcázar, y así enseñarle que a un chico pendenciero de Vallecas no se le destruye como si fuera un remilgado pisaverde.
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