Y una vez más… ¡Qué tal estáis, amantes del verano!
Desgraciadamente, la época de la arena y el buen sol se acaba, y en muy pocas, los libros de texto y los bolígrafos azules cubrirán su lugar…
Pero que nadie llore, porque lo que puede parecer una vuelta a la rutina podría convertirse en algo más importante: un año más de avance y progreso en nuestras vidas.
Hoy, damas y caballeros de todas las ciudades desde las que me estéis leyendo, os traigo un artículo de los que podría llegar a motivaros para este septiembre en el que ya estamos:
Para empezar, no deis la espalda ni recibáis con mala cara al mes, porque aunque no lo parezca, ¡septiembre es el mes de las nuevas oportunidades!
Ya vayas a comenzar un nuevo curso en el instituto, en la universidad o un nuevo año en tu trabajo, deberías tener algo siempre en la mente:
¿Por qué estás ahí y qué hace que quieras seguir estándolo?
Sé que es algo muy obvio —seguir a tu corazón y hacer lo que te gusta, bla, bla…—, pero cada paso que damos, ya sea grande o pequeño, nos conduce por una dirección, ya puede ser buena o mala. Así que mi primer consejo diría que es el de mantener siempre la cabeza en el objetivo, sin perderlo NUNCA de vista.
Después de la mítica recomendación de perseguir tus sueños, llega el famoso y temible qué dirán.
Un montón de voces que pasean a tu alrededor pueden llegar a decirte qué hacer y qué no. Pues tranqui, que eso nos pasa a todos: se llama Sociedad. Y aunque es bueno formar parte de ella, también nos merecemos perseguir nuestros sueños sin que alguien nos los intente romper. Porque os diré algo: Alguien que intenta destruir las ilusiones y esperanzas de otra persona, es alguien que ya carece de ellas.
Os contaré una breve historia…
X era un chico muy ambicioso y entusiasta que siempre había soñado con escalar la montaña que todos los de su mundo querían subir. Claramente, casi nadie se atrevía a hacerlo, y él sí lo hizo.
Mientras todos sus amigos le observaban desde el pie de dicha montaña, animándole a que la subiera, Y se reía de él por intentarlo.
“Es rídiculo”, decía, “Cree que puede escalarla, como si tuviese la mínima oportunidad…”
Pasaron los años, era una montaña muy larga, pero a X cada vez se le hacía más fácil avanzar.
Finalmente, llegó a la cumbre, y al no haber escuchado las críticas de Y, incluso se adelantó a cuando debía hacerlo. Mientras tanto, su compañero criticón tardó bastante en darse cuenta de que toda esa energía que había gastado en intentar acabar con la esperanza de X, podía haberla usado para lanzarse él, ya que aún seguía al pie de la montaña.
Esa montaña es la vida, chicos. Y la cumbre, el éxito. Sed X, no Y. Vivid y dejad vivir. Aunque haya gente con sueños imposibles, instarles a cumplirlos, porque con un poco de fe y esfuerzo, se puede tocar la Luna.
Así que tampoco tengáis miedo de destacar por si os consideran diferentes, ya que con el paso del tiempo, son los que no lo son aquellos que no triunfan.
Por último, el tercer consejo que quería daros era que seáis valientes siempre. SIEMPRE. Y mucho más cuando la ocasión lo pide a gritos.
Alguien dijo una vez: «De los cobardes nunca se ha escrito nada». Y es cierto.
Antes de nada, debería dejar claro que alguien valiente no es aquel que se tira en paracaídas, que monta en moto sin casco o que copia todo lo que puede a Indiana Jones. Alguien valiente es aquel que entra en un ascensor, teniendo claustrofobia; que se enfrenta a las arañas, cuando las tiene pavor; que sube a un escenario, dejando su pánico escénico atrás,…
Alguien valiente no se enfrenta a un peligro, se enfrenta a su propia vida.
Y esto ha sido por hoy, muchas gracias por leerme una vez más, y como siempre, espero poder aconsejaros todo lo que pueda… Y algo más.
Saludos de
Rodrigo Paniagua
Un comentario sobre “Empieza lo bueno”