¡Hola, chicos!

Hoy os traigo una nueva reseña cinematográfica: la última película de María Ripoll, Ahora o nunca. Es un largometraje español rodado en España, Inglaterra y Holanda, con paisajes impresionantes y mucho humor.

Veamos la sinopsis:

Eva y Alex son una pareja que, tras años de noviazgo, decide casarse en el lugar en el que se enamoraron: un pequeño pueblecito de la campiña inglesa. Los problemas de la boda comienzan cuando una huelga de controladores aéreos impide que el novio y los invitados se reúnan con la novia y su séquito. Tendrán que recorrerse el mundo para encontrarse y celebrar la gran boda.

Bien, ¿por dónde empezar? La historia trataba un tema romántico emparentado con una realidad: organizar un evento es siempre de lo más difícil y enrevesado. Bien, el reparto estaba compuesto por celebridades españolas como Dani Rovira, María Valverde, Jordi Sánchez y Clara Lago, quienes ahora mismo están siendo bastante llamativas en el país. Aun así, el nivel de interpretación al que Ripoll les ha exigido trabajar no ha sido del todo grato. En cierto modo, su manera de actuar me recordaba a las películas norteamericanas de humor fácil. Tenía su encanto, pero la mala fama que ha tenido durante tanto tiempo el cine español debería exigir un mayor nivel de seriedad en sus producciones, incluso hablando de las de género humorístico. Algún día habrá que demostrarle al resto del mundo que se equivoca con nosotros…

Por otro lado, las situaciones por las que tienen que pasar ambos bandos (el de Alex con su padre y su suegro, y el de Eva con su hermana y sus amigas) son bastante cómicas, aparte de que la relación de los protagonistas, que se ve comenzada al principio de la filmografía, es de lo más enternecedora.

Como he mencionado antes, los paisajes y fondos que nos muestra la película son realmente increíbles. Me quito el sombrero ante el jefe de localizaciones; durante el largometraje podemos ver sitios como Amsterdam (de la que también podemos disfrutar en Bajo La Misma Estrella, de Josh Boone), la zona rural de Reino Unido y bueno… El aeropuerto de Barcelona tampoco está mal, jajaja.

Ciertamente, es una película bastante llena de emociones encontradas, tensión y risa, que supongo que era algo básico que buscaba la directora. Con que, a pesar de esas pequeñas esquinas mal dobladas en el rodaje, la considero una película recomendable en lo que cabe esperar de una película española.

Así que de nota le pondría un 7 algo raspado. Es bueno también que el cine español se adentre más en unas técnicas de cinematografía propias de Hollywood, se le ve con más calidad.

Y esto ha sido todo por hoy. Ojalá os haya servido de algo, y si la veis, podéis comentadme lo que os ha parecido. ¡Muchas gracias, una vez más!

Saludos de

Rodrigo Paniagua