¡Bienvenidos una vez más a mi rincón de cine del blog! Es una pena que hoy sea para dar malas noticias…

Sí, como habréis supuesto por el título, voy a hablar de la tercera película que han sacado de la saga Divergente, basada en los tres libros de Veronica Roth. Aquí tenéis la sinopsis:

La sociedad dividida en facciones en la que antes creía Tris Prior ha quedado hecha pedazos, fracturada por la violencia y las luchas de poder, y marcada por la traición. Así que, cuando tiene la oportunidad de explorar el mundo más allá de los límites que siempre ha conocido, Tris está más que dispuesta. Puede que, al otro lado de la valla, Tobías y ella descubran una nueva vida juntos más sencilla, libre de mentiras, lealtades confusas y recuerdos dolorosos. Sin embargo, la nueva realidad de Tris es aún más inquietante que la que ha dejado atrás. Lo que creían haber descubierto deja de tener sentido. Surgen verdades explosivas que hacen cambiar de opinión a sus seres queridos. Y, de nuevo, Tris lucha por comprender las complejidades de la naturaleza humana (y de su propia naturaleza) a la vez que se enfrenta a elecciones imposibles que tienen que ver con el valor, la lealtad, el sacrificio y el amor.

Bien, comencemos. Antes de nada, decir que yo me consideraba un gran admirador de esta saga, me leí el primer libro y por temas de agenda no he podido continuar con la trilogía. Aunque tampoco tengo prisa, porque según me han contado, el tiempo que he estado sin leerme los siguientes libros, ha sido tiempo buen invertido.

Si empezamos la reseña hablando de los libros, podría decir que el que me leí yo -hará un par de años, antes de la aparición de la primera película- estuvo bastante entretenido. Y la película estuvo bien, no era un peliculón, pero era un éxito comercial, que es para lo que se había hecho. Desgraciadamente, la autora no se dio cuenta de que cuando empiezas un proyecto como una novela o una película, lo primero que debes saber es si el final que le pongas será bueno o malo. Ella no debió de pensar mucho en eso de hacer un final. Porque por lo que me han contado… Puaj.

Aun así, respecto a la película, además de que me he enterado de que (cómo no) la última parte la van a dividir en dos partes, podría haber sugerido algo: no entiendo cómo le han puesto un título al tercer libro que no rimase con los dos anteriores, cuando la respuesta estaba delante de sus narices: Divergente, Insurgente… Pestilente.

No voy a mentir, la culpa no es de los actores. Ni tampoco de la autora, si quería ese final para su libro, pues no la vamos a juzgar, ¿no? Pero la película en sí me ha decepcionado de mala manera, y por lo que me han contado mis fuentes, que la dividieran en dos partes, con lo absolutamente infumable que resultaba el tercer libro, ha sido demasiado descaro.

No pienso hacer spoilers ni por asomo, pero advierto a las personas demasiado emocionadas por ver la película que no se esperen mucho de ella, porque fue llegar los créditos finales, y no sabía si levantarme de la butaca sin decir palabra, o quemar el cine.

Para acabar, quisiera que no se me tomase en serio cuando critico películas, porque aunque haya estado fuera de mi gusto, me alegra un montón que hagan adaptaciones de libros que puedan entusiasmar a los jóvenes de hoy en día (entre ellos, yo). Estoy deseando que saquen la cuarta parte porque iré a verla a los cines igualmente sin duda, al igual que la tercera película de The Maze Runner (sin dividir, gracias a Dios), y espero que sigan con esta bonita tradición de hacer que las hojas cobren vida.

Bueno, mi nota final es un 4. Lo siento.

Esto ha sido todo por hoy. Dicen que las primeras partes de un libro final son las peores de la saga, con que recemos por un entusiasta último largometraje de la saga, para que nos deje con buen sabor de boca. Crucemos los dedos.

Y a todo esto, no olvidéis ir al cine cuantas más veces mejor, y aunque no haya casi dinero hoy en día, no os lo fundáis todo en ropa y alcohol. Viajad y culturizaros.

Saludos de

Rodrigo Paniagua