Capítulo 10, Parte 9 – Vendetta

Me miré el reloj de pulsera por octava vez. No aparecía nadie y yo seguía esperando a la entrada del Emporio. Ya habían pasado quince minutos, ningún Golden boy era tan impuntual. Volví a mandarle un mensaje a G:

«¿Dónde os habéis metido?»

Me contestó poco después:

«Me he retrasado por el partido de waterpolo. Mira a ver si ya hay alguien dentro del restaurante, y si no, salte de nuevo»

Volví a contestar, aburrido:

«Eso es lo primero que he hecho al entrar, y no había nadie»

«Tú vuelve a hacerlo»

Me encogí de hombros y volví a entrar. Quizá se trataba de otra de esas bromas que no paraban de hacerme para dejar claro que ya era un dorado como ellos. Pero al ver una vez más que el restaurante seguía medio vacío, me di la vuelta para regresar a la salida, pero no pude.

Victor y Joaquín Bretaña me prohibían el paso.

—¿Qué tal, arbolito?

Estaban súper juntos, de pie frente a mí. Parecían las gemelas de El Resplandor. Guardaban algo tras ellos.

—¿Qué hacéis vosotros aquí? —solté en plan divo—. Este sitio no es para gente como vosotros.

—Tienes razón, gran D —musitó Victor—. Nunca llegaremos a ser tan elegantes y sofisticados como tú o como Guille Alcázar. Ni tan fuertes como Izan…

Miré la cara de Joaquín. La tenía bien bonita, con tres moretones. El restaurante empezó a apestar, a oler a cuadra.

—Ni tan fiesteros como Felipe, o incluso deseables como Dani o Claudia.

—Dilo ya, J. Somos unos mierdas. ¿Te apuntas al club?

De pronto, sacaron de detrás de ellos un cubo azul que parecía lleno de… ¿mierda? ¡Mierda, era mierda!

Intenté echarme hacia atrás, pero tenía una mesa. Aun así, se escucharon unos gritos a tiempo, procedentes de la salida:

—¡Alto ahí, cabrones!

Eran Felipe y Pablo, y les seguían el resto. Se pusieron los dos delante de mí.

—Ni os atreváis, piltrafas —dijo Pablo. Vi cómo F le sonreía un poco.

—¿O qué? ¿Ya no podremos ser Golden boys? —Victor fingió estar triste.

—Ya no podréis ser nada. —Claudia también se puso a mi lado, detrás de los chicos.

Joaquín y Victor se quedaron callados, con la cabeza un poco gacha. Claudia puso los ojos en blanco y me agarró del brazo.

—Vámonos.

Pero al pasar por ellos, a Victor le dio un brote psicótico y agarró él solo el cubo con fuerza.

—¡De eso nada! —gritaron F y P a la vez. Se lanzaron sobre mí mientras Victor tomaba propulsión con el cubo, y en cuanto los tres caímos al suelo, las heces de Dux se pegaron a la ropa y al pelo de Claudia, quien quedó desprotegida.

Todo el restaurante se quedó en silencio durante los primeros segundos del impacto. Pablo, Felipe y yo nos tapamos la boca para no reírnos, y Emma apenas se cortó en guardar el móvil. Un montón de flashes la enfocaron durante los siguientes minutos, y quien peor lo estaba pasando no era Claudia, sino los dos traidores.

—¡Os voy a matar! —comenzó a chillar histérica C—. Olvidaos de lo que era por ahora vuestra mísera vida, porque ahora SÍ QUE SÍ la habéis cagado…

“No eran ellos los que olían a mierda”, pensamos todos en el local.

«Y colorín colorado… Este cuento por ahora se ha acabado.

Resulta que, aunque a veces no lo supongamos, pueden surgir finales felices dentro de nuestras vidas. Al salvarme de oler a heces de caballo, aparte de que yo quedé bien limpito, Pablo y Felipe vieron que compartían algo que muy pocos tenían: valentía y, bueno… a mí. Por otro lado, Claudia por fin recibió su merecido por destrozar el vestido de Emma, y esta a la vez obtuvo el final feliz que se merecía. Y finalmente, los cretinos de Joaquín Bretaña y Victor sabrían a partir de ahora lo que iba a ser “pasarlo mal” en el Octavo. Ahora, todo está más en orden, o quizá no…»

Haz click para leer la siguiente parte

Escrito por

Nacido en el Madrid de 1998. Amante del cine, los libros y su ciudad. Nada como la buena música, la elegancia y vivir la vida siempre siendo uno mismo. Instagram: drigopaniagua. YouTube: Rodrigo Paniagua

2 comentarios sobre “Capítulo 10, Parte 9 – Vendetta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s