¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
Durante estos últimos años, Netflix nos ha estado deleitando con un gran abanico de series de temática juvenil en las cuales se introducía el factor «crimen» desde distintos ángulos. Sin embargo, esta vez ha hecho algo un poco más distinto, dejando a un lado los colegios e institutos para llevarnos a una academia prestigiosa de ballet, en la cual nadie se salva de resultar sospechoso. A continuación, hablemos un poco (y sin spoilers) de Tiny Pretty Things (o Delicadas y crueles, como la han decidido traducir) y lo bueno y malo de la serie.
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Comenzando por la trama, qué se puede decir que el tráiler no informe ya. Tiny Pretty Things es algo así como una mezcla entre Cisne Negro y Pequeñas Mentirosas, ofreciéndonos una trama principal enfocada en “¿Quién empujó a Cassie en la azotea?”, mezclada con un gran abanico de subtramas sobre lo que conlleva ser un adolescente que lucha por la perfección en el mundo del ballet.
Claro está que no estamos hablando de la obra maestra de Darren Aronofsky, pero esta serie juega también mucho con los problemas —tanto físicos como mentales— por los que pasan los bailarines, y aunque no alcance su nivel de oscuridad, se aproxima bastante. Se tratan temas ya vistos previamente, pero desde un nuevo enfoque… por ejemplo, la drogodependencia o la bulimia masculina.
Entre el elenco principal —los protagonistas juveniles— nos encontramos con grandes revelaciones dentro del mundo de la danza. No nos engañemos, como actores dejan mucho que desear, pero desde luego se denota un gran potencial en cuanto a formación profesional se refiere. Ya se sabe, mejor escoger a un cast por tener un mínimo de talento que por su número de followers [ejem, ejem…].
Eso sí, me desconcertaba que el actor que interpreta a Shane se pareciese tanto físicamente a Llum Barrera.
En cuanto a Dirección de Arte, no cabe duda de que contamos con una paleta de colores bastante bien definida, compuesta por cremas, rosas y neutros. Sin embargo, a lo largo de las escenas de flashbacks en las que se sumergen los protagonistas, siempre aparecen tonos más arriesgados, donde dominan el azul y el rojo.
En cuanto a la edición, para tratarse de una serie americana de una gran plataforma, podría haberse hecho mejor. Esto si es hablando de Efectos Especiales, porque no olvidemos que la banda sonora de la serie es increíble desde el minuto uno (literalmente). Si vas a empezar a vértela ahora, no te olvides de tener el Shazam preparado: lo vas a usar más de una vez.
De todos modos, por aquí os dejo una lista de Spotify (no oficial) con muchas de las canciones:
Ahora la pregunta es… ¿habrá Segunda Temporada?
Salto a la vista que la serie se ha quedado bien abierta, aunque al estar basada en una bilogía literaria (que yo tristemente no me he leído), si los de Netflix no estiran el chicle, nos dará para una o incluso dos temporadas más. Y yo desde luego que pienso verme todas.
Tiny Pretty Things es una historia ante la cual apreciamos el arte de la danza clásica mientras nos enganchamos a las tramas que lo acompañan. Aunque tenga muchos asuntos a mejorar, sigue resultando adictiva. De ahí que mi nota final sea un 3,5 sobre 5. Bravo!
¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña y os animéis a verla. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP
Me encantan tus críticas sobre cine y series, eres un Krack
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Muchas gracias!
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No conocía esta serie, pero creo que, después de leerte, la veré porque me ha dado la sensación que es una de esas series que realmente merecen la pena dentro del catálogo de Netflix.
Buena crítica!
hemosVisto!
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Es una serie hecha directamente para el entretenimiento, espero que la disfrutes!
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