¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

Hace recientemente poco se estrenó la última película de Disney +, en la cual nos encontramos con una nueva cultura poco explorada hasta el momento: la de Indonesia. Y con ella, conocemos a dragones, leyendas de hace siglos y una aventura por reunir unas gemas que, siendo honestos, me ha recordado muchísimo a la trama base de Avengers. Pero bueno, ese no es el punto. A continuación, hablaremos de Raya y el último dragón, y también de la polémica de la que todo el mundo habla…

Pero antes que nada, recordaros que podéis suscribiros al blog para nuevos posts y seguirme tanto en Instagram como en YouTube. Dicho esto… ¡Al lío!

Cabría empezar hablando por la trama más indirectamente actual que nos cuenta. La historia sobre las cinco «aldeas» luchando por una gema que ni siquiera necesitan mover podría servir de metáfora de la situación actual en la sociedad occidental, influenciada, claramente, por el papel del capitalismo que ya supera niveles extremos en países como Estados Unidos, donde casualmente se ha producido la película.

Si podemos enamorarnos de algo en esta película son los personajes. Desde la protagonista hasta sus respectivos secundarios son dignos de aclamación, con buenas motivaciones y puntos cómicos muy buenos. Además, por lo general todos resultan de lo más adorables.

Los puntos que más pueden haber llamado la atención de esta película, a parte del gran trabajo en 3D que han realizado, son la Dirección de Arte y la banda sonora. Los colores, la presentación de cada una de las «aldeas» de Kumandra y los sonidos que acompañaban a los momentos emotivos. Realmente cada vez se nota más el gran avance de las tecnologías en cuanto a Animación 3D.

Ahora sí que sí, entremos en la polémica. Al parecer, esto de que la princesa protagonista no cuente con un interés amoroso es cada vez más común —y si no, veamos Brave o Moana— entre las princesas de Disney, lo cual es un gran avance. Recordemos, si no, que en las primeras películas de estas princesas, ellas a penas tenían acción en la película. Se dormían por una trampa de la villana y el príncipe tenía que ir en su búsqueda y rescate. Sin embargo, ahora ellas son las «heroínas», las únicas capaces de acabar con sus propios conflictos.

No obstante, esta película nos ha dejado un poco confusos respecto a si Raya realmente no tiene un «interés amoroso» per se. Es altamente conocido en la literatura el término enemies to lovers para explicar el tipo de trama en la cual, dos personajes empiezan odiándose y acaban enamorados. Y aunque también se haya visto ya este tipo de historias en el catálogo de Disney, no hablamos esta vez de una excepción.

El personaje de Namaari y el de Raya parecen soltar chispas desde el minuto en que se conocen, y es triste que, en el caso de que la villana hubiese sido un chico, seguramente habrían acabado juntos. Sin embargo, la gente no se ha querido quedar callada. Y aunque en ningún momento se sienta oficial los sentimientos amorosos entre estos dos personajes, hasta la propia actriz de doblaje de Raya, Kelly Marie Tran, se ha pronunciado dejando claro que también piensa que se trata de uno de los primeros personajes lésbicos del universo Disney.

Ya se intentó con Frozen, y por poco se consigue. Pero seguimos viviendo en una sociedad donde se acepta a la comunidad LGBT+ de manera superficial, siempre que no se fomente la normalización de la misma. Viéndolo desde un punto de vista optimista, cada vez estamos más cerca de un mundo donde personajes de toda clase de inclusión sean los protagonistas de este tipo de género. Que no falte la esperanza.

Raya y el último dragón está llena de personajes adorables, un mensaje digno de Disney y un trabajazo que salta a primera vista. De ahí que se lleve un 4 sobre 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya servido la reseña y os animéis a verla. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP