¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
Netflix España ha vuelto a confiar su financiación a los creadores de La Casa de Papel para que traten de crear otro hitazo. ¡Y no iba a ser menos! Esta vez nos metemos en la «España más sucia», con putas y chulos, y conocemos la historia de tres mujeres que acabaron donde nadie merece acabar… A continuación, hablaremos un poco de Sky Rojo.
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Para empezar (aunque ya lo desarrollaremos mejor más adelante), es una historia realmente entretenida y llena de acción, pero acaba dando la sensación de que está «romantizando» la prostitución. Esto seguramente se debe a la estética tan cinematográfica con la que se cubren esas historias tan crudas y horrorosas que se están intentando contar. Y luego las historias de amor… Pues si la habéis visto ya, entenderéis. Esta es una historia muy difícil de contar de ese modo y que no acabe sintiéndose casi «paródica». Las voces en off de las protagonistas contando dramáticamente sus historias, esos viajes al pasado en plan Euphoria, todas esas escenas desagradables que en cierto modo se ven hasta bonitas… Podría verse en todo ello el mensaje feminista, pero también se puede captar desde un punto de vista bastante comercializado.
Esta serie cuenta con el trabajo de los creadores de La Casa De Papel, y aunque podría recordarnos un poco a esta —en especial, a la tercera temporada—, me atrevería a decir que su estilo se asemeja más al del spin-off de Vis A Vis: El Oasis. Además, contamos con un gran elenco, entre los que se encuentran artistas aún no tan conocidos en el país y actores ya realmente célebres, con años de carrera. Es bueno saber que, ya que siempre contratan a los mismos actores para todas las producciones, al menos apuesten por los buenos…
Aunque, si nos ponemos a confesar, la verdad es que algo que personalmente me ha fallado en la serie es la empatía con los personajes. Con las tres protagonistas es mucho más fácil sentirse identificado (simbólicamente hablando), pero en cuanto a los villanos —y estoy hablando de los personajes—, sinceramente me han parecido un tanto tediosos. A un buen antagonista deben vérsele todas las caras para poder entender su motivación, y de ese modo odiarle y amarle a la vez. Y aunque hayan puesto la subtrama de la madre de Moisés y Christian, si luego matan por doquier a cualquiera, pues oye, a la madre que le den un poco por saco.
Además, no me voy a meter mucho en el tema, pero la decisión de dar a Miguel Ángel Silvestre en este papel ha sido claramente influenciada por conseguir más público femenino, y ya de paso romantizar el proxenetismo. Literalmente (y por desgracia, una vez más), estamos idealizando una relación ultra-mega-archi-tóxica. Y luego, tratándose de una producción española, no podían faltar los insultos gratuitos a otras minorías de la sociedad sin conllevar ello una sanción. Al menos se intenta mandar un mensaje feminista a lo largo de la temporada (que, si pones a Silvestre como el «macho torturado que en realidad ama a su puta», tampoco se logra entender del todo). Pero bueno.
Lo que más ha podido destacar de toda la temporada ha sido desde luego la Dirección Fotografía y la de Arte. No solo es un gustazo ver cada uno de los planos, con su elaborada paleta de colores, sino que además, si nos fijamos, se hace uso de varios planos distintos en cuanto al formato televisivo. Desde el plano 4:3 —como ya pudimos ver en Las Niñas— hasta el uso y desuso del letterbox para justificar las escenas de un modo más cinematográfico. Además, el uso de planos y de colores nos puede recordar ligeramente al estilo del director Robert Rodríguez y no nos olvidemos de mencionar las referencias a las películas Thelma & Louise y Tres Anuncios A Las Afueras. En cuanto a la duración de los episodios, yo en un principio me esperé que serían de una hora cada uno, y me sorprendió ver que duraban media, lo cual formó un buenísimo ritmo conforme la veías.
¿Habrá Temporada 2?
Y ya para acabar, la gran pregunta de toda serie… ¿Va a haber más? Pues la verdad, esperemos que sí. Esta no es una historia de la que se deberían hacer mil temporadas —aunque tampoco lo era La Casa De Papel y el dinero llama al dinero—, ya que su historia es buena, pero al fin y al cabo se trata de una persecución. Personalmente, considero que una segunda temporada sería necesaria para cerrar la historia, pero ya ir a más podría resultar pesado y molesto. A día de hoy, las series no suelen durar tanto como antes. Esto se debe seguramente a las miles de plataformas VOD que se esfuerzan por crear contenido de calidad que, al igual que los buenos perfumes, vaya en frascos pequeños. Porque en la actualidad, si lo pensáis, hay tantas series en catálogo que decidirse por una llega a ser muy difícil.
Big Sky es una serie que, con un par de episodios más, podría haberse quedado en «mini-» y nadie se habría quejado. Cuenta con buenas actuaciones, una estética y fotografía perfecta y una trama que engancha, también debido al ritmo de los episodios. De ahí que le ponga un 3,5 sobre 5.
¡Y ya estaría! Espero que os haya servido la reseña y os animéis a verla. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP
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Un comentario sobre “‘Sky Rojo’, el Thelma & Louise con proxenetas”