¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
Una de las mejores series de estos últimos años acaba de terminar, y salto a la vista que había que hablar de ella. Shameless no es una serie cualquiera, esta serie ha unido a personas, se ha abierto a opiniones y a crecido con los de mi generación. De ahí que hoy vayamos a hablar de ella y de lo que ha supuesto para la sociedad, a través de este blog y a través de YouTube.
Pero antes que nada, recordaros que podéis suscribiros al blog para nuevos posts y seguirme tanto en Instagram como en YouTube. Dicho esto… ¡Al lío!
Para empezar, dejo a la vista el video de Youtube…
Ahora bien, hablemos del serión:
Shameless US nació un 9 de enero de 2011 como versión americana de la original británica, Shameless UK, la cual comenzó en 2004. Lo más curioso es que, aunque sea más conocida la americana, ambas han logrado llegar a las 11 temporadas. De todos modos, en ambos casos nos cuentan la misma historia: la familia Gallagher, liderada por el patriarca Frank, un borracho empedernido que solo sabe meterse en problemas, trata de seguir adelante en una sociedad capitalista donde ellos son el último eslabón. A través de las temporadas, vamos conociendo a cada miembro de la familia y cómo sus problemas se van solucionando a duras penas.
Su formato es bastante para adultos, hablando así en términos generales. Las escenas de sexo y demás que se consideran +18 son bastante gráficas, llevándonos a un estilo desenfadado y «groseramente» realista. Quizá una película con la que podamos compararla sea la británica de los 90 Trainspotting.
En cuanto a personajes, ya hablé de mi favorito, Fiona Gallagher, en el video del 8M (click aquí para verlo), pero también se encontrarían otros como Lip o el mismísimo Frank. Lip Gallagher es el cerebrito de la familia. Pero al contrario de lo que podríamos imaginarnos con esa definición, Lip es lo que vendría siendo un criminal: negocia con droga, huye de la policía e incluso trata de estafar al seguro. Sin embargo, su evolución es de las más notables, tomando el puesto de Fiona cuando esta le pasa el relebo. Frank Gallagher, en cambio, es un desastre total, pero nos da las escenas e historietas más salvajes, y llegamos incluso a empatizar un poco con él: ese ansia de libertad, de lograr el éxtasis a cualquier precio… Además de que (a parte de Fiona) es el personaje clave de la serie.
Otros personajes también muy queridos son los vecinos de la familia, Kevin y Veronica, una pareja interracial que también tiene tramas dignas de recordar, como la de la prostituta rusa Svetlana (otro personajazo) o la de los videos de BDSM para sacar pasta. En cuanto a Ian y Mickey, los cuales también se han llevado casi todo el amor del público, he de confesar que no me gustaban mucho. Recordemos que su relación es mega-tóxica y que, en mi opinión, ni siquiera debieron acabar juntos. Pero bueno, también confesaré que su desarrollo es precioso.
¿Peores personajes? Quizá Debbie Gallagher sea la más odiada por todos. Caprichosa, egoísta, desagradecida y viviendo en sus mundos de yupi incluso con una hija a cuestas… Ah, y no olvidemos de que abusó sexualmente de un hombre para quedarse embarazada. Aun así, también hemos crecido con ella y bueno, un pelín de cariño se le coge.
Algo que quizá sea lo que más caracteriza a la serie es la constante crítica social. Hablamos de Estados Unidos y de una familia que vive en el lado pobre de la sociedad. Por lo tanto, todos sus miembros —niños incluidos— deben aportar su granito de arena para sobrevivir a los altos niveles de renta y a un estilo de vida que, incluso tratándose del humilde, sobrepasa sus expectativas económicas. De ahí que veamos en varias ocasiones a muchos de los hermanos siendo pluriempleados en varios trabajos (por lo general, basuras). Obviamente, el punto primario de esta crítica va hacia las clases medias y altas, en cómo sus preocupaciones resultan hasta ridículas frente a los conflictos de los protagonistas y en lo mucho que sus caprichos afectan a las clases obreras. Por ejemplo, cuando el barrio de nuestros protas se está modernizando, por lo que sus alquileres crecerán.
Y no solo eso. Al tener a personajes de distintas culturas y razas, de distintas orientaciones sexuales e incluso con diversas enfermedades mentales, podemos también comprender cómo esta clase de intolerancias que a día de hoy siguen existiendo se ven desarrolladas en este ambiente.
Entrando en cuál sería la clave del éxito de la serie, claramente nos encontramos con la cercanía al público. No hablamos de una serie en plan Gossip Girl, donde lo que nos enganchaba de cada episodio eran los dramas tipo telenovela que tenían unos personajes cuya preocupación económica era básicamente nula, sino que en Shameless damos con problemas personales juntados a los profesionales, haciéndonos ver, como ya hemos mencionado antes, que en los barros bajos los conflictos no solo se encuentran en las relaciones humanas, sino también en la subsistencia dentro de un mercado capitalista como es el de Estados Unidos. Además, hemos ido creciendo conforme lo hacían los personajes, y lo más importante de todo, nos hemos encontrado con todo tipo de situaciones que, para el estilo de la serie, nunca se han salido de lugar. De hecho, nos vamos enfrentando a la realidad de cada momento, hasta acabar la serie en plena era de pandemia, tristemente.
AVISO DE SPOILER A PARTIR DE AQUÍ
Y bueno… Ahora hablemos del final. Quizá yo he sido el único en llorar, pero ese guiño a cómo comenzó la serie lo ha sido todo. Mira que podríamos haber tenido cualquier otra escena con esta serie, pero no podían haberla hecho más perfecta. Sí que es cierto que ver a Frank volar ha sido un tanto raro, pero a través de su voz en off (esta vez, por motivo de una carta) volvemos a hacer una ronda por todos los personajes que nos han estado acompañando durante la última década. Aunque claro, seguro que no soy el único que se esperaba un cameo especial…
Dejando a un lado esa última escena, donde Frank muere por varios motivos (entre ellos, el p*to coronavirus de m**rda), dando un punto y final a la serie, los creadores no parecen haber querido dejarlo cerrado del todo. No sabemos qué pasará con Lip y su novia, ni si Carl conocerá a su hijo, o si Debbie acaba tiroteada por culpa de su nueva novia… Son muchas dudas las que nos dejan ahí, pero claro, quizá sea porque la vida sigue, y no siempre se tiene un final feliz (aunque yo espero que sea para regresar en unos años con un spin-off, la verdad).
Shameless es una serie llena de fuerza, de pasión, de miedos y de realidad. Nos hace recordar que somos afortunados de lo que tenemos, y que la familia es primordial en nuestra vida, ya esté compuesta por cinco hermanos o solo por uno mismo. De ahí que siempre vaya a estar en nuestros corazones.
¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña y os animéis a verla si aún no la habéis visto. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP