¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
Este viernes se estrenó directamente en Disney + la nueva película de animación de la reconocida productora, y su temática no ha podido sorprendernos más. Aunque ya nos dieran algunas pistas en el tráiler, y esta no sea la primera vez que vemos «mensajes de aceptación y tolerancia» hacia la comunidad LGBTQ+, esta película tiene mucho de lo que hablar. Así que… ¿por qué no empezamos?
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La trama de la historia, aunque sea preciosa y entretenida, he de admitir que no ha sido de mis favoritas de Pixar, teniendo en cuenta que el verdadero objetivo de la película es su mensaje inclusivo, no el entretenimiento puro. Ese es de hecho el motivo por el que esta película ―al igual que pasó con la de Soul (click aquí para leer la reseña)― se siente más como un corto de los de Pixar que como una película en sí.
El estilo de la producción es sinceramente de los aspectos más increíbles de Luca. El detalle de cada rincón de las localizaciones, desde el fondo del mar hasta el pueblo costero italiano, mostrándonos todos esos colores tan vivos y veraniegos, perfectos para protagonizar la temporada. Además, no olvidemos el trabajazo que conllevan los efectos especiales dentro de la animación, como bien son las constantes transformaciones de los dos personajes principales de niños a «monstruos», o las constantes persecuciones en diversos «vehículos» a lo largo de la película.
Pasando a los personajes, es casi imposible no enamorarse de todos y cada uno de ellos (de los buenos, me refiero). Luca, siendo tan soñador y vibrante, juntándose con Alberto, quien parece tener más escuela de la vida y le da ese tono más echao palante que el dúo necesita… Y por supuesto, Giulia, el punto de vista «femenino» y también «humano» (desde el sentido más profundo de la palabra), con el podemos sentirnos completamente identificadxs, siendo ella tan ambiciosa, luchadora y tolerante.
Y ahora, hablemos de lo que más nos concierne: el mensaje de la película. Realmente, Luca en sí constaría de dos grandes moralejas: la primera y menos obvia, la del «Silenzio, Bruno«, donde nos damos cuenta de la inocencia de los niños y recordamos que de vez en cuando deberíamos seguir siendo como ellos, arriesgándonos de vez en cuando y callando a nuestro «Bruno» interior, ese que nos dice que tengamos miedo, que todo puede salir mal.
Aunque claro está que el mensaje que a todo el mundo ha impactado ―un servidor incluido― es el de la tolerancia y el respeto por las minorías. En un principio, no solo valdría como metáfora hacia la comunidad LGBTQ+, sino también en cuanto a distintas razas y etnias. Pero son algunos de los puntos de la película los que nos hacen ver que se trata de una clara representación de esta primera minoría (cuidao que se vienen SPOILERS):
- El primero y más obvio es el hecho de que la madre de Luca se preocupe tanto por permanecer escondido, ya que si cualquiera de los «humanos» le descubriera, trataría de acabar con él. Y si lo pensamos, le matarían por «ser un monstruo», algo más allá de lo que los propios humanos tienen conocimiento, y por ello tanto temen. Una forma original de relacionarlo con el valor de la ignorancia.
- Otro punto es la relación entre Luca y Alberto. Podría tratarse de una mera amistad, pero en la escena final del tren, cuando Luca parte y Giulia se despide de Alberto antes de subir al tren con él, comparten una mirada que podría dejarnos claro que hay algo más que amistad entre los dos niños. Y sí, podrías pensar que POR DIOS, SON SOLO NIÑOS, pero lo peor es que no lo pensarías tanto si se tratase de una relación heterosexual, ¿a que no?
- El momento en el que acaba la maratón de bicis y empieza a llover, descubriéndose así las verdaderas identidades de Luca y Alberto, todo el mundo trata de lincharles en un principio ―especialmente el personaje de Ercole, en representación de la derecha LGBTfóbica―. Pero el padre de Giulia ―un asesino de monstruos reconocido con una experiencia traumática del pasado, además―, que ha estado conociendo a los niños durante todo este tiempo, es el primero que se da cuenta de que, aunque sean distintos, son buenas personas y merecen el mismo derecho a vivir que los «no monstruos». Además, justo después, dos ancianas que aparecen paseando juntas varias veces en la película, de pronto se muestran frente a los demás con su identidad de «monstruos marítimos» también, como si todo este tiempo se hubiesen visto obligadas a ocultar quiénes eran. Eso me recordó al documental de Netflix, A Secret Love, donde dos mujeres ya mayores contaban cómo debieron de ocultar su relación romántica durante tantos años.
- Y finalmente, el punto con el que más deberíamos quedarnos. Cuando ya son todos felices y andan festejando que han ganado la carrera, la abuela de Luca dice la frase que corona a la película:
«Habrá personas que nunca lo aceptarán, pero otras sí. Y él [Luca] tiene un don para encontrar a las buenas».
Luca, Disney
Si hay algo que hace de Luca una película digna de ver, ese es su estilo veraniego, perfecto para la época, y su mensaje final, tan bonito, puro y profundo que se te saltarán las lágrimas. Por ello se lleva un buen 4 sobre 5.
¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube, TikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP
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