Por qué ‘Riverdale’ tiene que parar

¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

Ya se acerca la continuación de la quinta temporada de Riverdale, y aunque durante una etapa de mi vida la consideraba mi serie favorita, a día de hoy puedo asegurar que va de mal en peor con cada episodio. Por eso, hoy vamos a repasar los puntos más importantes del por qué esta serie debería terminar. ¿Preparadxs?

Pero antes que nada, recordaros que podéis suscribiros al blog para nuevos posts y seguirme tanto en Instagram como en YouTube. Dicho esto… ¡Al lío!

Comenzando por lo único bueno que se mantiene durante toda la serie, la estética, contamos con una Dirección de Arte y Fotografía excelentes, ofreciéndonos esa aesthetic de instituto americano que se ha convertido en la base de toda serie coming-of-age de nuestra generación. Cada personaje tiene establecido su propio estilo y su propio ambiente (no contemos el vestuario, porque la mayoría parece que visten como veinteañeros), a parte de que la banda sonora también hace bastante (sin contar los musicales, de los que hablaremos más adelante).

Pasando ya a lo que nos concierne… empecemos por las tramas. Es un hecho que lo que engancha de esta serie es el misterio a resolver por parte de los protagonistas. Se trata, como en muchas otras series, de un pueblo donde los policías parecen no tener ni idea de cómo hacer su trabajo (eso tampoco es que sea ficticio) y, por ende, los adolescentes se ven obligados a investigar por su cuenta. No obstante, cada vez los misterios e incluso las subtramas de cada temporada tienen menos sentido, hasta el nivel de estar hablando de posibles seres del más allá y de criaturas sobrenaturales. Si llevas tres temporadas enfocando la serie en un contexto «realista», ahora no trates de convertirla en la nueva Sabrina.

Luego: los personajes. En un principio, todos estaban tan bien desarrollados y caracterizados que enganchaban. Ahora ya no pueden agotar más al público, aparte de que su desarrollo va de mal en peor, o directamente no va hacia ningún sitio. La historia de Veronica con sus daddy issues, por ejemplo. Es literalmente motivo de bostezos, y lo mismo pasaría con cualquier subtrama en la que Archie esté involucrado. El único personaje que puede seguir resultando interesante es Betty, y a este ritmo también la perderemos. Otro ejemplo de que los creadores han perdido las riendas de la serie es el desarrollo psicológico de Cheryl, es decir… Cringe se queda corto.

Y porque no vamos a hablar de los personajes secundarios, los cuales son todos clichés sin un mínimo esfuerzo por dejar de serlo que sirven de apoyo para las tramas de los protagonistas.

En base a los personajes, hablemos del guion y de las frases tan ridículas que algunos de los personajes se ven obligados a soltar de vez en cuando. Personalmente, Cheryl era de mis personajes favoritos en la primera temporada. Cada frase que decía, incluso cuando las adornaba con hashtags, era divertida. Sin embargo ahora suena excesivamente pretenciosa y forzada. Y lo mismo podría decirse de Veronica o de Jughead, otro personaje que aborrezco por su escasa evolución.

Las relaciones que surgen entre los personajes también rozan lo excesivo (y cuando digo rozan, digo que se pasan mil pueblos). Parece que los guionistas, cuando no saben por ejemplo que ´hacer con Archie, deciden meterle en un lío amoroso con alguna de los protagonistas femeninas. La única relación que podría haber sido interesante (y cuidado, que aquí viene una unpopular opinion) es la de Archie con Betty, porque, sinceramente, Archie y Veronica no pueden ser más aburridos, y Betty con Jughead ya iban por el mismo camino. Sin embargo, al final nada.

Ahora sí, para acabar, necesitamos mencionar lo que todxs pensamos que ha estropeado la serie por completo: los episodios musicales. Alguien debió de mentir a los que hicieron el primero y decirles que estaba muy bien hecho, porque no veo otro motivo para que hicieran tres más. Si la serie ya cuenta con constantes momentos de repelús entre escenas, parece que los guionistas buscaban más y decidieron convertir dichas escenas en episodios. No, pero gracias, señorxs de Riverdale, no necesitamos más episodios de relleno en los que unos actores poco formados en canto traten de hacer lo posible para que unas canciones no den cringe en pantalla.

Riverdale empezó con fuerza, una aesthetic perfecta y personajes interesantes. Pero tras la segunda temporada, las tramas han decaído y la serie en sí se ha vuelto de locos (y no para bien). De ahí que en su totalidad se lleve un 2.8 sobre 5.

Puntuación: 3 de 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya servido la reseña y bueno, podéis comentarme qué os parece a vosotros esta nueva temporada. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP

Escrito por

Nacido en el Madrid de 1998. Amante del cine, los libros y su ciudad. Nada como la buena música, la elegancia y vivir la vida siempre siendo uno mismo. Instagram: drigopaniagua. YouTube: Rodrigo Paniagua

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