¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

Ayer mismo tomé la inteligentísima decisión de ir a ver esta nueva película del Universo Marvel al cine en 4DX (es decir, con gafas 3D y asientos en movimiento), lo cual fue una experiencia que recomiendo al cien por cien. Pero no hemos venido a hablar de eso, sino de lo que supone este nuevo personaje para el multiverso y de los verdaderos motivos por los que hay que ir al cine a ver esta película. Por lo tanto, ¿estáis preparadxs?

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Si una persona no es fan de lxs de verdad dentro del Universo Marvel, podría pensar que este nuevo superhéroe ha salido de la manga de los productores para crear más diversidad racial entre las nuevas caras de la franquicia. Y aunque no deben de estar del todo descarrilados, Shang-Chi es real y lleva en nuestro mundo mucho más que la mayoría de lxs que estáis leyendo este post ahora mismo. De hecho, podría considerarse como una brisa de aire fresco dentro del mundo que creó Stan Lee (Dios lo aguarde en su gloria), repleto de superhéroes, en su mayoría hombres blancos y heterosexuales.

A parte de esta nueva cara a la que da vida el actor Simu Liu, contamos con otros nuevos personajes como Katy (interpretado por Awkwafina) y Leiko Wu (Fala Chen), además de gran parte del elenco de la película de Crazy Rich Asians (lo cual es simplemente un dato curioso y divertido, jeje). Y no solo eso, sino que contamos con pequeños cameíllos ya del Universo, como el de Benedict Wong y otros cuantos más que mejor no desvelar por los spoilers…

Al igual que en toda película de Marvel, la fotografía y el diseño de producción son de diez. Desde la paleta de colores con tintes vibrantes y suaves para contrastar los mundos hasta los paisajes y las puestas en escena… Sinceramente… con cada película se superan (aunque Viuda Negra no gustase mucho…).

Si hay algo con lo que quitarse el sombrero, desde luego que hablamos de los efectos especiales. Gran parte de la película transcurre con estos, y es tan alto el nivel del trabajo en este departamento que acabas saliendo de la película con ganas de ver videos del making of. Todas esas bestias y luces de poderes… Además, las coreografías de lucha planteadas para esta producción son bastante realistas y nos recuerdan a la cultura de la que se quiere hacer homenaje a lo largo de la narración.

Además, la banda sonora es magnífica, tanto por la parte instrumental como por la playlist de canciones actuales. Nos encontramos desde temas pop hasta un soundtrack precioso y minuciosamente elaborado que nos lleva a la Antigua China que tanto ha manoseado Hollywood a lo largo de las décadas.

Teniendo en cuenta las películas de superhéroes, habría que reconocer que dejar un mensaje profundo no es la intención de su producción. No obstante, en este caso Shan-Chi ha logrado destacar en este campo, dado que nos muestra una preciosa moraleja sobre la importancia de cuidar a la familia -tanto la de sangre como la de vida-, de reconectar con nuestro verdadero yo y de encontrar nuestro destino. Si hay una frase que se me ha quedado de toda la película es aquella que una de las arqueras suelta a mitad de esta, en referencia al tiro con arco pero también a la vida: «Si no apuntas a nada, no alcanzarás nada». Para mi generación, buscar tu destino (especialmente laboral) es más complicado de lo que podría parecer de primeras, y encontrar tu sino e ir a por él cueste lo que cueste es casi un privilegio. Pero también es bueno recordar de vez en cuando que la vida está para hacer lo que nos hace sentir vivos.

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Una película como la de Shang-Chi se disfruta pocas veces en la vida. Tiene acción, diversión, un elenco espectacular, te nutre de nuevas culturas y te hace disfrutar de una cara más mágica y suave que Marvel escasamente enseña. De ahí que la corone con un 4,8 sobre 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube, TikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP