‘¡Qué Susto, Tía!’ es la gran sorpresa de esta temporada

¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

En verano suele haber algún que otro estreno en Netflix que nos deja con muy buen sabor de boca… Y este año le ha tocado al Boo, Bitch protagonizado por nuestra Lara Jean particular, Lana Condor. Tratándose de una miniserie repleta de tintes de humor negro, estos ocho episodios dan mucho de lo que hablar así que… ¿por qué no empezamos?

Pero antes que nada, recordaros que podéis suscribiros al blog para nuevos posts y seguirme tanto en Instagram como en TikTok. Dicho esto… ¡Al lío!

Si bien la historia no llega a alcanzar un grado de originalidad digno, persigue unos patrones que, efectivamente, logra que nos sea fácil engancharnos. Mezclas una historia coming of age con algo de humor negro, lo divides en 8 episodios cortos, le das un toque paranormal y… Voilá! Ya tienes una nueva pieza.

Si bien nos puede recordar a obras reconocidísimas del cine como Ghost, también lo hace a un estilo más de series de esta nueva generación, como Scream Queens o Heathers, la serie. Todas estas piezas se caracterizan por un humor en el que la muerte pasa a un segundo lugar de importancia frente a los dramas de instituto. Y el hecho de que se exagere mucho más aún en la trama lo hace mucho más divertido y dinámico.

Podríamos decir que Lana Condor nos ha sorprendido con este papel que, a riesgo de parecerse al de Lara Jean, acaba teniendo más matices y una actitud mucho más bitchy, casi como si la hubiera creado Ryan Murphy. Sin embargo, la actriz ya logró convencernos de su versatilidad en la serie de una temporada, Deathly Class. En cuanto al resto del elenco, permanecen al nivel de la serie. No son las interpretaciones del siglo, pero es que la historia tampoco lo pide.

Los efectos especiales de la serie y el montaje en sí son bastante normalitos, pero no es por culpa de dichos departamentos, sino que, al igual que pasa con las interpretaciones, no requerían mucho esfuerzo en cuanto a la trama y el género de la historia se refieren. Eso sí, también cuenta con un soundtrack bastante acorde.

En cuanto al final -sin entrar mucho en spoilers-, a quién voy a engañar: alguna que otra lagrimilla se me ha soltado. La serie nos deja un gran mensaje: La amistad todo lo puede.

Crear miniseries de este estilo debería ser el futuro de Netflix. Con un elenco variado y una historia ligera pero intensa, esta pequeña pieza de la plataforma se lleva un buen 3,5 sobre 5.

Puntuación: 3.5 de 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTubeTikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP

Escrito por

Nacido en el Madrid de 1998. Amante del cine, los libros y su ciudad. Nada como la buena música, la elegancia y vivir la vida siempre siendo uno mismo. Instagram: drigopaniagua. YouTube: Rodrigo Paniagua

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