¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
El creador Darren Star, al que, si has leído cualquiera de mis reseñas sobre sus trabajos, sabes el «amor/odio» que le tengo, ha vuelto a traernos una nueva historia de amor (y desamor) envuelta en una gran ciudad… ¡esta vez con todo hombres! Y es por eso que hoy veo un buen momento para que hablemos de Uncoupled, la nueva «joyita» de Netflix… ¿Empezamos?
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Nada más comenzar la serie, puedo darme cuenta de dos cosas: la primera es que Star es consciente de que el apogeo de su carrera data de la época de Carrie Bradshaw, y hace lo posible para seguir creando la misma historia una y otra vez a través de distintos personajes que al final acaban siendo el mismo. La segunda es que, no sé si la pandemia ha hecho mella en él, pero cada historia nueva que crea es más deprimente que la anterior.
Ya pudimos apreciarlo con And Just Like That, la serie que HBO Max ha sacado este año (y que no debía haber hecho) sobre las chicas de Sex And The City en sus cincuenta… Al final del primer episodio, uno de los icónicos personajes que estuvo con nosotros desde el estreno de la serie del 98 muere. Así, de la nada. Y eso ha sido solo el principio del fin…
Ahora le toca a Michael Lawson (interpretado por nuestro rey Neil Patrick Harris), un hombre gay blanco y rico que vive en Manhattan con su novio de hace diecisiete años, y que es dejado por este de manera espontánea. A través de lo que parecía ser una serie divertida de hombres gays al más claro estilo Queer As Folk se vuelve de pronto un funeral de relaciones con un protagonista aburrido que hace de doble de Carrie en cada escena.
Y no culpo al elenco, sino al guion. Ni siquiera se han esforzado en cambiar a los otros personajes principales: tenemos a un hombre que ama acostarse con todo el mundo (Samantha), al mejor amigo de Michael que trabaja en una galería de arte (Charlotte) y al cliché de la amiga afroamericana sassy que juega las veces de mujer empoderada e independiente como bien lo hizo Miranda en su momento. Incluso el personaje de Colin, el ex de Michael, da pereza. Y bien los constantes ligues espantosos por los que pasa Michael nos recuerda incluso a la experiencia de Emily en su estancia por París (sí, esa serie también es suya).
El único personaje interesante sería el de Claire, una mujer millonaria del Upper East Side que también ha sido dejada de repente por su marido. Esa mujer es enigmática, impredecible y le da los mayores toques cómicos a una serie que sin ella seguramente estaría muerta.
De todos modos, no pierdo la esperanza. Es una serie con potencial al fin y al cabo y, a pesar de todo lo dicho, es bastante entretenida. El ritmo es rápido y los sets donde transcurre la serie son interesantes. Además, la serie da bastante información del mundillo LGBTIQ+, aportándonos al vocabulario términos como PrEP, Grindr, dick pic o popper.
Aún nadie se ha pronunciado sobre una segunda posible temporada, así que démosle tiempo al tiempo. Si se hace, la veré encantado, al igual que sucedió con Emily In Paris y muchas más series del estilo (malas pero entretenidas). Eso sí, teniendo en cuenta los fallos que pueden verse, deberían tratar de mejorarlos en un futuro…
Si bien la serie es entretenida y con una estética magnífica de Nueva York, la historia merece un toque más divertido y un trasfondo más enérgico. No obstante, se lleva un 3 sobre 5.
¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube, TikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP
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