¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

Si bien Netflix está lanzando hitazo tras hitazo últimamente, este logra salir del molde y convertirse en un caso especial… Tratándose de una chick flick con dos protagonistas más que reconocidos y una aesthetic de lo más barbiecore, las probabilidades de decepcionar eran grandes, teniendo en cuenta las altas expectativas… Sin embargo, ¿por qué no nos ponemos a hablar de ella?

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Dado que los puntos negativos son casi inexistentes, comencemos por ellos. Si bien la película es sensacional desde todos los aspectos, los creadores han sacado de la manga el truco del almendruco: las referencias. En caso de que tuviera que decir algo negativo de la película, seguramente sería esto. La película carece de completa originalidad. Las referencias son constantes, desde los clásicos Extraños En Un Tren y El Conde de Montecristo que se pueden apreciar a través de la trama, hasta el estilo con el que está contado, donde la película se convierte en un constante homenaje a las «pelis de chicas» de antaño.

Para empezar, el estilo narrativo de la película ya de por sí es clavado al de la película Clueless, esta vez con dos puntos de vista. Si es que hasta cuentan con la misma canción (Kids In America) en sendos soundtracks. El humor negro pero a la vez cute de la historia es muy parecido al que ya hemos visto en producciones del creador Ryan Murphy como Scream Queens o incluso Glee, y bueno, siguiendo así, podría pasarme minutos enteros hablando de las demás películas que he podido recordar en base a esta.

¡Y no es algo malo, desde luego! A cualquiera que aprecie una buena película de instituto con chicas malas de por medio le agradará saber que esta historia continúa con el legado. En Do Revenge, conocemos a Drea y a Eleanor, dos estudiantes completamente distintas que acabarán aliándose -e incluso haciéndose amigas- por el poder de la venganza.

La película cuenta ya de por sí con un elenco de escándalo, no solo entre sus principales… Sarah Michelle Gellar y Sophie Turner le ponen la guinda al pastel. A pesar de que el papel que interpreta es Camila Mendes es muy parecido al que la hizo una estrella (Veronica Lodge en Riverdale), esta logra zafarse de esa esencia y transformarlo en otro completamente distinto. Y lo mismo podría decirse de Maya Hawke con su pasota y masculina Robin en Stranger Things, donde le da una nueva esencia al personaje de Eleanor.

El guión es de diez, la película te impide no pasar un solo minuto sin reír y aun así cuenta con un mensaje de lo más potente. Regresamos al asunto #MeToo con esta historia, donde el novio de Drea saca a la luz por un «hackeo» el video sexual de esta y, claro, todos le creen. Hay quien dirá que se siente un poco irreal en la película que nadie creyese a Drea y menos tratándose de esta nueva generación, pero recordemos que una exageración de la cruda realidad.

Antes de acabar, no me gustaría quedarme sin hacer una mención honorífica a la estética de tonos pasteles en contraste con la acidez de la película, y la increíble banda sonora, algo en lo que Netflix desde luego no suele fallar…

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Si hay algo que, dentro de todo lo que me sorprende, se ha salido aún más del molde, han sido esos constantes plot twists que ni te ves venir. En una historia de este género y estilo, sientes que ya sabes cómo va a ir todo y de pronto… ¡BAM! Te das cuenta de lo mucho que necesitabas una película así.

Si te gustan las chick flicks y los giros de último momento con un guión y un elenco de 10, esta es tu película. Casi dos horas de metraje que se pasan en minutos: un 5 sobre 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube, TikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP