Tenemos que hablar de ‘The Whale’, la nueva peli de Brendan Fraser

¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?

Esta mañana he sido invitado a la premiere de The Whale, esta nueva película tan esperada, protagonizada por un Brendan Fraser bastante cambiado, donde se tratan la religión, la salud y el amor desde una perspectiva de lo más innovadora. ¿Empezamos?

Pero antes que nada, recordaros que podéis suscribiros al blog para nuevos posts y seguirme tanto en Instagram como en TikTok. Dicho esto… ¡Al lío!

Cómo explicar esto… Si Darren Aronofsky hace una nueva película, es casi imprescindible ir a verla al cine. Algo así sentí cuando vi su último trabajo dirigiendo el documental de Chris Hemsworth, Limitless, para National Geographic y Disney +. Su calidad de resultado, su mensaje potente, todo en él es siempre bienvenido. Y mientras que hay otras películas que bien no llegan a ser de mi más sentido agrado como mother! o Requiem For A Dream, en esta ha logrado conectar tanto con su público más fiel como con el más mainstream.

La historia gira en torno a Charlie, un profesor que da clases online dado que tiene un nivel de obesidad con el que apenas puede valerse por sí mismo. Y si bien no deja que nadie salvo su mejor amiga le vea, conocerá y se reencontrará con algunas personas a lo largo de lo que parece ser la semana más crucial de su vida.

Ya desde el principio sabemos que se va a tratar de un drama muy… ¿dramático? Y sin embargo, muy bien ejecutado. Un solo escenario -una casa desastrosa con un pequeño rellano a la entrada-, seis personajes en total y un guión tan potente que no necesita más. Además, cuenta con un formato de cine antiguo, casi adaptado para las viejas televisiones. Esto se debe más al estilo de la productora A24, llegando a recordarnos un poco a la estética que utilizan directores como Ari Aster o incluso Robert Edgers.

La banda sonora también es increíble, y el sonido juega un papel incluso más imprescindible de lo que ya suele hacer en cualquier otra peli. No es tan fácil hacernos sentir con solo imágenes, de ahí lo «audiovisual».

El elenco desde luego está escogido a la perfección. Si bien el papel con el que trabaja Sadie Sink (Stranger Things) no es nada distante de lo que ya hemos visto de ella, logra sorprendernos. Pero los que desde luego se merecen una nominación para la próxima gala de los Oscar son el mismísimo Brendan Frasier y Hong Chau, el gran descubrimiento de esta película. Ambos me han hecho sentir tanto a lo largo de la hora y cincuenta que dura la película que apenas tengo palabras.

En una historia tan sencilla como la de un padre que quiere reconectar con su hija, se han podido lograr proyectar tantos mensajes que es sorprendente una vez te das cuenta. El papel de la religión tiene una fuerte repercusión sobre la vida de todos los personajes, y Aronofsky lo enfoque desde una perspectiva pesimista y de lo más atea, resultándome casi irónico si pensamos en su película con Lawrence y Bardem donde representaba la historia de la Biblia.

Desde luego que también ha aprovechado para añadir inclusión de todo tipo a esta película, y no hablamos de una «inclusión forzada» que tanto le gusta llamarlo a ciertas personas. La representación que hay dentro de esta película está medida a la perfección y bastante bien llevada, haciendo de esta una historia de lo más redonda. Todo está tan bien pensado que cada plot twist que surge a lo largo de la película, por muy tonto o nimio que parezca, te deja los pelos de punta.

La película nos llega a los ojos como una historia sobre un hombre gordo, obeso. Y de primeras creemos que no veremos en ella más que a un Fraser con muchos kilos de más comiendo y resultando «horripilante». Pero entonces, lo que en principio se enfoca como algo repugnante -la película comienza con una escena de lo más desagradable presentando a Charlie- acaba convirtiéndose en pura belleza interior y una historia que te destroza por dentro.

La película tiene un título perfecto. Puede parecer un guiño a la enfermedad crónica del protagonista, pero a la vez resulta un homenaje actualizado de lo que vendría siendo la reconocida novela de Herman Melville, Moby Dick. El personaje principal sabe que su estilo de vida no le va a dar para mucho más, y es por eso que está centrado en su propia «ballena»…

A pesar de algunas escenas que resultan tanto desagradables como necesarias, esta película ha sido todo un descubrimiento. Una historia, no de superación, sino de redención donde un personaje al que la vida ha tratado de mala manera nos enseña el valor de creer en las personas. Sigo pensando en ese final y se me llena la cara de lágrimas. Se lleva un 4,5 sobre 5.

Puntuación: 4.5 de 5.

¡Y ya estaría! Espero que os haya gustado la reseña. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTubeTikTok e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.

Nos vemos pronto,

RP

Escrito por

Nacido en el Madrid de 1998. Amante del cine, los libros y su ciudad. Nada como la buena música, la elegancia y vivir la vida siempre siendo uno mismo. Instagram: drigopaniagua. YouTube: Rodrigo Paniagua

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