¡Hola, superestrellas! ¿Cómo estáis?
Este miércoles se estrenó en Netflix esta película mexicana, basada en la historia real de 1901, donde un grupo de hombres homosexuales fueron detenidos al celebrar una fiesta clandestina. La película es protagonizada por Alfonso Herrera (al que ya vimos y amamos en Sense8), quien da vida a Ignacio de la Torre y Mier, el yerno del por entonces presidente de México, con ciertas tendencias que acabaron haciéndose públicas. Y de eso y más hablaremos en la reseña de hoy… ¿Preparadxs?
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Debemos tener en cuenta que, a pesar de que la diversidad sexual dentro del cine latinoamericana lleva años haciéndose, no ha sido hasta la aparición de Manolo Caro a nivel internacional que se ha empezado a promover más, especialmente desde la industria mexicana.
A pesar de que la película peque un poco de lenta, hay que admitir que el tema que trata es realmente interesante, y más aún si hablamos de un suceso que ocurrió en la historia. Un grupo de hombres que buscaban algo de libertad deciden festejar sus gustos y preferencias en privado, cuando de repente la sociedad del siglo XX decide cebarse con ellos. Qué bien que al menos eso haya cambiado una pizca…
Si hay algo que destaque en la película, es su maravillosa estética de finales de la época victoriana, con localizaciones naturales mezcladas con los ornamentados edificios de la alta sociedad (en este caso, mexicana), y una paleta de colores entre tonos oscuros y dorados que reflejan la vida nocturna de nuestros protagonistas. El estilo logra evocar una visión latina de lo que vendría siendo la Era de Dorian Gray.
Y qué decir de las interpretaciones. Está claro que Herrera ha logrado hacerse con la película. Sin embargo, las expresiones y el sentimiento de Mabel Cadena tampoco puede pasar desapercibido. Simplemente, con recordar la escena final… pelos de punta.
Recordando que hablamos de una historia real, debemos tener en cuenta que, aunque sucedió hace 120 años, aún sigue habiendo mucho trabajo que hacer para llegar a la igualdad de los derechos humanos (en cuanto comunidad LBGT+ se refiere). Aún ha día de hoy, por ejemplo, el matrimonio igualitario solo es legal en 20 estados y en ciertas municipalidades, y sigue siendo ilegal respecto al tema adopción. ¿Cuánto tiempo más hará falta, no solo a México, sino a todo el mundo para hacerles ver que las personas de la comunidad no son enfermos, no son unos pervertidos, no son más que personas con distintas preferencias que tratan de vivir dignamente?
El Baile de los 41 es una historia cruda, dura, oscura y tristemente realista. No es para todos los públicos, pero desde luego que se merece un reconocimiento por poner voces a aquellas personas que murieron por ser ellas mismas, sin hacer daño a nadie. Se lleva un 3,75 sobre 5.
¡Y ya estaría! Espero que os haya servido la reseña y os animéis a verla. Mientras tanto, podéis seguirme tanto en el blog como en mi canal de YouTube e Instagram, donde subo semanalmente contenido que a lo mejor te guste.
Nos vemos pronto,
RP